¿Alguna vez has probado a dibujar en agua? ¿Se puede guardar una obra después de haberla dibujado en agua? Parece imposible, ¿no? Sin embargo, el Ebru es un arte que consiste precisamente en dibujar en agua con pigmentos y luego transferir lo dibujado al papel. Caracterizándose por ostentar el brillo del mármol, el Ebru también se conoce como papel jaspeado o papel marmoleado. Es posible que sea la primera vez que lo oyes, pero, aunque no te hayas fijado, seguro que ya has visto este arte, ya que se ha utilizado tradicionalmente para decorar las hojas de guarda en encuadernación.

Aunque no se sabe exactamente de dónde proviene, se cree que el Ebru, se remonta al siglo XV. En ese momento, se encontraron indicios de su uso en Asia y en gran parte del mundo islámico. Podemos ver una referencia al papel marmoleado en Four Treasures of the Scholar’s Study (文房四谱, en pinyin Wén Fáng Sì Pǔ), recopilación terminada en el 986 d. C. Mientras que en la cultura islámica se utilizaba para resaltar algunos textos como versículos del Corán, en Europa, el papel jaspeado apareció en el siglo XVII y no lo aplicaron sólo a cubiertas y guardas de libros, sino también a forrar armarios, cajones y estanterías.

Lo más interesante del Ebru es su elaboración. Se necesita lo siguiente: una bandeja poco profunda（su tamaño depende del dibujo que se quiera hacer）, pinceles, una pajita, palos de bambú o cepillos, tinta de aceite de diferentes colores y papel que haya pasado la prueba de absorción Cobb. Una vez preparado todo lo que necesitamos, podemos empezar a dibujar nuestro propio Ebru. Cabe destacar que, con la interferencia de la fluidez del agua, cada dibujo es casi exclusivo, a pesar de utilizar los mismos utensilios.

¿Todo preparado? ¡Pues empezamos!

Primero, se llena la bandeja poco profunda con agua y se espera hasta que el agua se estabilice. A continuación, se aplica cuidadosamente la tinta con un pincel. En este proceso, se puede dejar caer la tinta de gota en gota para confeccionar el dibujo al azar o se pueden utilizar pinceles o palos para esparcir la tinta de aceite al gusto. Después, se esparce el color que flota en la superficie soplando directamente o a través de una pajita, abanicando el color o dirigiéndolo con el palo de bambú. Por último, se cubre lo que se acaba de dibujar en agua con el papel y se retira pasados unos segundos. Y así es cómo conseguirás tu propio Ebru. Paso a paso, puedes intentar crear dibujos más complicados como flores, paisajes, personajes o incluso edificios arquitectónicos.

Actualmente, personas de todas las edades, géneros y orígenes étnicos practican el Ebru. Este arte tradicional desempeña un papel importante en la emancipación de la mujer, así como en la mejora de las relaciones en el seno de las comunidades. Como arte colectivo, el Ebru fomenta el diálogo gracias a los intercambios amistosos, fortalece los vínculos sociales y consolida las relaciones entre los individuos y sus comunidades. Además, fue inscrito en la lista representativa del Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad de la UNESCO en 2014.

Incluso ahora, el Ebru se sigue utilizado para fabricar papel y tejidos jaspeados y hasta se aplica la técnica para superficies tridimensionales. Los artistas crean obras para decorar espacios interiores, exposiciones de arte y galerías, entre otros. Varios simposios internacionales y exposiciones en museos han dado a conocer este arte en las últimas décadas.

Si quieres saber más sobre este arte turco o quieres leer más curiosidades del mundo turco o asiático en general, no dudes en leer nuestro blog. ¡Hablamos de todo lo que puedas imaginar!

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